sábado, 28 de marzo de 2009

Revista Kafka

La Revista de Humanidades Kafka puede consultarse ya en su edición digital. El nuevo número incluye textos de Jordi Doce, Daniel Casado, Efi Cubero, Juan Ramón Santos... así como una reseña de Eduardo Moga, a quien debo agradecer su atención y su inteligencia crítica, sobre mi último libro, Fragmentos de un cantar de gesta.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Día de huelga

Esperanza Aguirre dice, como supremo argumento contra la huelga de profesores de la enseñanza pública, que ésta es una huelga política. No deja de resultar significativo que una palabra como "política" que nombra una de las realidades más específicamente humanas, una de las posibilidades más altas de nuestra capacidad racional, se convierta tan fácilmente en nuestra época en una descalificación, cuando no en un insulto. El hecho dice mucho tanto de la baja calidad de nuestra democracia como de la catadura moral del personaje. No obstante, la expresión tiene algo de involuntaria ironía, cuando no de justicia poética. Si alguien como Aguirre, que ha hecho de la política su profesión, utiliza con tanta facilidad esta palabra como arma arrojadiza contra el adversario, ¿no está en el fondo descalificándose a sí misma?

miércoles, 18 de marzo de 2009

Los nombres entre los tupí-kawaíb de Brasil

" Staden -otro viajero del siglo XVI- dice que las mujeres "toman ordinariamente nombres de pájaros, de peces y frutos", y agrega que cada vez que el marido mata a un prisionero, él y su mujer adoptan un nuevo nombre. Mis compañeros practicaban ese uso; así, Karamua se llama igualmente Janaku, porque según me explica, "ya ha matado a un hombre".
Los indigenas también adquieren nombres cuando pasan de la infancia a la adolescencia y después a la edad adulta. Así, cada uno posee dos, tres o cuatro, que me comunica de buen grado [...]".

Claude Lévi-Strauss, Tristes trópicos (traducción de Noelia Bastard)

domingo, 15 de marzo de 2009

In memoriam

hoguera de silencios
crepitar de lamentos
por el camino de la carne
sangre en vilo
se llega al mundo

así alumbra su blanco la tiniebla
así nace la interminable coda
así la mosca desova en el hilo de luz

la tierra gira
el ojo de dios no se detiene

qué haríamos pregunto
sin esta enorme oscuridad



Blanca Varela, Concierto animal.

viernes, 13 de marzo de 2009

Poemas en el cuaderno de un matemático

Enhorabuena a Cuadernos del Matemático, que celebra su aniversario este sábado 14 de marzo, por estos veinte años de buena poesía:

Blog de aniversario de Cuadernos

El nombre de la revista dirigida por Ezequías Blanco hace alusión al Instituto de Educación Secundaria Matemático Puig Adam de Getafe, que es el responsable de la edición. No obstante, la imaginación siempre va por delante y nos gusta pensar en quién será ese matemático que llena las páginas de su cuaderno con versos y cuentos en vez de con ecuaciones y derivadas. Resulta reconfortante que, mientras que no faltan quienes quisieran convertir los institutos en guarderías para adolescentes, una actividad cultural tan interesante parta de un centro de enseñanza (pienso también en publicaciones semejantes, como La sombra del membrillo, que comparte con Cuadernos esa doble vocación de revista vinculada a un instituto y de revista cultural que trasciende, sin negarlo, el ámbito escolar).

Valga como homenaje a la revista esta reflexión de Northrop Frye, en la que establece una analogía entre las matemáticas y la literatura:

"También la literatura procede por posibilidades hipotéticas y, aunque la literatura, al igual que las matemáticas, es constantemente útil -palabra que significa tener una relación continua con el terreno común de la experiencia- la literatura pura, lo mismo que las matemáticas puras, contiene su propio significado.
Tanto la literatura como las matemáticas proceden a partir de postulados, no de hechos; ambas pueden aplicarse a la realidad externa y, con todo, existen también en forma "pura" o autónoma. Ambas, además, meten su cuña en la antítesis entre ser y no ser que tanta importancia tiene para el pensamiento discursivo. El símbolo es y no es la realidad que pone de manifiesto".
Northrop Frye, Anatomía de la crítica

domingo, 1 de marzo de 2009

Existo donde me desconozco



Leo El silencio de Dios y otras metáforas, el diálogo que establecen Alfonso Armada (desde Nueva York) y Gonzalo Sánchez-Terán (éste desde distintos países de África: Guinea Conakry, Liberia, Costa de Marfil). Sánchez-Terán, en una de sus cartas escribe "Cuando la noche dura tanto, la única dignidad posible es permanecer insomne". Armada, por su parte, recuerda a Kapuscinski, quien con la lucidez que le era habitual denunciaba así a los medios de comunicación que tan bien conocía: "Los medios han difundido la consigna: la lucha no da resultados".

El libro me trae constantemente a la memoria el viaje que hicimos este verano a Mozambique junto a un grupo de voluntarios de Karibu y, aunque en sus páginas como en buena parte de mis recuerdos, África se convierte en una dolorosa pregunta, quiero quedarme con esta invitación al insomnio de Sánchez-Terán. La abigarrada pobreza en los suburbios de Maputo, las aldeas sin electricidad a pocos kilómetros de la modernísima presa de Songo en el río Zambeze, el boscaje arrasado junto a las carreteras, el olor a miseria de los precarios hospitales, las larguísimas caminatas y las colas no menos largas para conseguir agua, las terribles desigualdades sociales, las huellas de un colonialismo que no pertenece tan sólo al pasado... sin duda, todo eso es África. Pero también es África el esfuerzo de no pocas de sus gentes para desobedecer las consignas de la resignación, la sonrisa orgullosa en el rostro de Zacarías, el zapatero tocado por la polio, que, arrastrándose con sus manos, nos enseñó la casa que poco a poco estaba construyendo, los sueños de los adolescentes que visitamos en Changara.

"Existo onde me desconhenço", escribe el autor mozambiqueño Mia Couto en un poema. Quizá sea necesario ese extrañamiento para empezar a existir de otra manera, para hablar un lenguaje en el que África no sea, en nuestro imaginario, el reverso oscuro de una civilización que sólo reconoce el rostro de la crisis cuando la ve llamando a su puerta. Con la lucidez de la poesía, Mia Couto sabe que, a veces, hay que convertirse en un desconocido para volver a casa.