miércoles, 25 de marzo de 2009

Día de huelga

Esperanza Aguirre dice, como supremo argumento contra la huelga de profesores de la enseñanza pública, que ésta es una huelga política. No deja de resultar significativo que una palabra como "política" que nombra una de las realidades más específicamente humanas, una de las posibilidades más altas de nuestra capacidad racional, se convierta tan fácilmente en nuestra época en una descalificación, cuando no en un insulto. El hecho dice mucho tanto de la baja calidad de nuestra democracia como de la catadura moral del personaje. No obstante, la expresión tiene algo de involuntaria ironía, cuando no de justicia poética. Si alguien como Aguirre, que ha hecho de la política su profesión, utiliza con tanta facilidad esta palabra como arma arrojadiza contra el adversario, ¿no está en el fondo descalificándose a sí misma?

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