sábado, 15 de octubre de 2011

Ningún poema para el 15-O



¿La inutilidad de la poesía para transformar lo real no constituye de algún modo una denuncia e, incluso, una condena inapelable de esa realidad?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Para transformar lo real quizá debamos transformar la poesía. Me acordé leyéndote de este poema de Dalton:

A LA POESÍA

Agradecido te saludo poesía
porqué hoy al encontrarte
(en la vida y en los libros)
ya no eres sólo para el deslumbramiento
gran aderezo de la melancolía.

Hoy también puedes mejorarme
ayudarme a servir
en ésta larga y dura lucha del pueblo.

Ahora estás en tu lugar:
no eres ya la alternativa esplendida
que me apartaba de mi propio lugar.

Y sigues siendo bella
compañera poesía
entre las bellas armas reales que brillan bajo el sol
entre mis manos o sobre mi espalda.

J.Luis Gómez Toré dijo...

Gracias por el poema de Dalton...Lo que quería plantear es cómo a menudo, en la difícil cuestión del poeta y la ciudad,tendemos a cargar todo sobre las espaldas del primero, como si el poeta tuviera que demostrar constantemente su inocencia, mientras que la polis queda en un segundo lugar... y la polis global tiene mucho que decir y que explicarse (por ejemplo, ante la crisis actual, pero también ante la crisis permanente de los pueblos más empobrecidos del planeta, no solo Somalia...).
La escuela de Frankfurt (Adorno, Benjamin, Marcuse...) ya advirtió la ambivalencia que reside en la obra artística, cómplice y a la vez remanente casi desesperado de utopía...